Noticias de la ciencia.

04/06/2012
La Vía Láctea colisionará con la galaxia Andromeda.





La Vía Láctea colisionará con su galaxia más cercana, Andrómeda, dentro de 4.000 millones de años. Así lo ha calculado un equipo de científicos de la NASA basándose en las observaciones realizadas con el telescopio Hubble.


"Después de casi un siglo de especulaciones sobre el destino de Andrómeda y nuestra Vía Láctea, por fin tenemos una idea clara de cómo se desarrollarán los acontecimientos en los próximos miles de millones de años", señaló Tony Sohn del Space Telescope Science Institute en Baltimore (Maryland) en un comunicado.


Las simulaciones con ordenador realizadas con los datos del 'Hubble', muestran que tras el impacto inicial ambas galaxias tardarán otros 2.000 millones de años en fusionarse por completo bajo el efecto de la gravedad y que tome la forma de una galaxia única elíptica similar a las que son comúnmente vistas en el universo.


Las estrellas dentro de cada galaxia se hallan tan lejos las unas de las otras que los expertos no creen que puedan chocar entre ellas, pero es posible que las estrellas "sean lanzadas a una órbita diferente alrededor del nuevo centro galáctico", explicó la NASA.


Los científicos observaron repetidamente una región específica de la galaxia en un periodo entre cinco y siete años y concluyeron que, aunque espera que la Vía Láctea sufra cambios, "nuestra Tierra y nuestro Sistema Solar no están en peligro de ser destruidos".


                                                                            DESIREE PEREZ CARRILLO 



21/05/2012
Las primeras imágenes de Metone, satélite de Saturno


La sonda Cassini de la NASA ha obtenido las primeras imágenes del satélite de Saturno conocido como Metone. Este cuerpo, que fue descubierto en 2004, aún no se había podido fotografiar y es "todo un enigma" para los astrónomos, según han explicado los expertos.
En la imagen puede verse que Metone tiene forma de huevo y sólo tiene 3 kilómetros de ancho. Se encuentra entre las lunas de Saturno Mimas y Encelado, e incluso hay teorías que señalan que Metone puede ser un resto desprendido de alguno de estos satélites.
Otra de las teorías defiende que es un resto de otros cuerpos más grandes que, tras ser despedido, acabó orbitando al planeta de los anillos. Además, Metone no está solo. Forma parte, junto a las 'lunas' Palete y Ante, de un grupo conocido como Alkynoides (en homenaje a las hijas del dios de la mitología griega Alkynides). En el caso de sus compañeras, también se cree que son restos de otros cuerpos.
Metone se encuentra a 194.000 kilómetros de Saturno, la mitad de distancia que la Tierra y la Luna, y las imágenes captadas por Cassini se han producido a una distancia de 1.900 kilómetros. En este sentido, la NASA ha señalado que se trata del paso más cercano realizado por la sonda sobre este cuerpo.
Las imágenes permitirán estudiar mejor la superficie de Metone y la posibilidad de conocer su composición, permitiendo así que los astrónomos puedan acercarse más a su origen, ha señalado la NASA.
                                            
                                                                                      DESIREE PEREZ CARRILLO 


15/05/2012
Miles de asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra.

                         

La NASA calcula que hay unos 4.700 asteroides que son potencialmente peligrosos para la tierra, según los datos de la sonda WISE , que analiza el cosmos en luz inflarroja.

Según informa la agencia espacial estadounidense, las observaciones de WISE (Widefield Inflared Survey Explorer), han permitido la mejor evaluación de la población de los asteroides potencialmente peligrosos de nuestro sistema solar. Los asteroides potencialmente peligrosos (PHA, siglas en inglés) son un subconjunto del grupo más grande de los asteroides cercanos a la Tierra . Estos asteroides tienen órbitas cercanas a la Tierra, de unos ocho millones de kilómetros y son lo suficientemente grandes como para resistir el paso de la atmósfera terrestre y causar daños si cayeran a la Tierra. Los nuevos resultados fueron recogidos por el proyecto NEOWISE, que estudió la luz infrarroja una porción de 107 asteroides potencialmente peligrosos cercanos a la Tierra con la sonda WISE, para hacer predicciones sobre toda la población en su conjunto.
Según la NASA hay aproximadamente 4.700 de estos asteroides -con un margen de error de más o menos 1.500- que tienen diámetros mayores de 100 metros. Hasta el momento, se calcula que entre el 20 y el 30% de estos objetos han sido localizados.
La NASA apunta a que esa población de asteroides coincide aproximadamente con estimaciones anteriores pero NEOWISE ha permitido una estimación más fiable del número de objetos totales y de sus tamaños."Hemos hecho un buen comienzo en la búsqueda de aquellos objetos que realmente representan un peligro de impacto con la Tierra", dijo Lindley Johnson, responsable del programa para el Programa de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA. 
No obstante, "tenemos que encontrar muchos y se necesitará un esfuerzo concertado durante las próximas dos décadas para encontrar a todos los que podrían causar graves daños (a la Tierra) o ser destino de las misiones espaciales del futuro".El nuevo análisis también sugiere que hay casi el doble de asteroides potencialmente peligrosos de los que se creía antes que residen en órbitas de "menor inclinación", que están más alineados con el plano de la órbita de la Tierra.
La sonda WISE inició oficialmente la labor de auscultar el cielo con luz infrarroja el 14 de enero de 2010, un mes después de ser lanzada al espacio desde la base Vandenberg de la Fuerza Aérea de EEUU en California.Además de detectar asteroides en el sistema solar, la sonda tiene la misión de observar galaxias que se encuentran a miles de millones de años luz de la Tierra.
                                                                        DESIREE PEREZ CARRILLO


13/05/2012
La infancia de nuestro sistema solar.
La observación de estrellas que contienen sistemas planetarios en formación permite a los astrónomos obtener pistas sobre los orígenes de nuestro propio sistema solar. Un estudio publicado en The Astrophysical Journal ha analizado una región situada a 3.000 años luz de la Tierra en busca de indicios de formación de planetas.
La zona, conocida como Cefeo OB2, ofrece a los científicos una idea del ambiente en que se movía el Sol cuando se formó hace 4.600 millones de años. En ella se encuentran varias estrellas rodeadas de acúmulos de gas y polvo llamados discos protoplanetarios. Dichos discos han desaparecido de las estrellas más viejas, por lo que los científicos deducen que la formación de planetas debió suceder en etapas intermedias.
El estudio, en el que han participado investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, ha aprovechado las diferencias de temperatura en cada parte de los discos para poder estudiarlos. Como la estrella central calienta el disco protoplanetario, las partes interiores alcanzan temperaturas de hasta 1.200 grados, mientras que las zonas externas se encuentran a - 240. Debido a esto, cada región del disco emite luz de un color, y las longitudes de onda mayores indican zonas más frías. De esta forma, al combinar observaciones a distintas longitudes de onda es posible obtener información sobre las distintas zonas del disco.
Los científicos han encontrados discos en los que hay indicios de formación de cometas y planetas similares a los de nuestro Sistema Solar. Por ejemplo, algunos discos carecen de gas y polvo fino en su parte más interna y podrían conducir a la formación de planetas gigantes como Júpiter. En los discos de edades intermedias, los granos de polvo se han aglomerado en partículas que tienen una composición y organización similar a la observada en el polvo de cometas del Sistema Solar. Otros discos, sin embargo, plantean incógnitas, ya que tienen edades que superan los 10 millones de años y sin embargo no se observan en ellos indicios de formación planetaria.


planeta-gigante


                                                                        DESIREE PEREZ CARRILLO






Una nueva especie de rana, descubierta en


 Nueva York.

En la ciudad de los rascacielos aún hay vida silvestre por descubrir. En Staten Island, uno de los cinco distritos de Nueva York, un grupo de biólogos ha descubierto una nueva especie de rana leopardo. El anfibio había sido confundido durante décadas con otro especimen.
Una nueva especie de rana, descubierta en Nueva York
"Que una nueva especie haya pasado desapercibida durante todo este tiempo en esta zona es increíble", dice el profesor de UCLA, Brad Shaffer. Este biólogo es uno de los autores del paper publicado en la revista Molecular Phylogenetics and Evolution que recoge el hallazgo. Aunque los biólogos descubren con regularidad nuevas especies en las selvas remotas, encontrar esta en los pantanos de Staten Island ha sido toda una sorpresa.
La historia de su hallazgo ya merece ser noticia de por sí. La principal autora del estudio, la bióloga evolutiva Cathy Newman estaba terminando su master en la Universidad de Alabama sobre un estudio en especies de ranas leopardo del sur de EE.UU cuando contactó con el ahora co autor del trabajo, el doctorando de la Universidad Rutgers, Jeremy Feinberg, en Nueva Jersey, zona cercana a Staten Island. Newman le pidió ayuda a Feinberg y éste a su vez le pidió si podía ayudarle a investigar unas extrañas ranas cuyo croar le había extrañado, al ser muy diferente al propio de las ranas leopardo.
                               
                                                                        DESIREE PEREZ CARRILLO


Bacterias marinas degradan un componente 

de vertidos de petróleo.


Científicos de la Estación Experimental del Zaidín (CSIC), en Granada, han identificado un grupo de bacterias marinas capaces de biodegradar, es decir alimentarse y eliminar, naftaleno. Este compuesto derivado del refinado del petróleo es muy frecuente en los vertidos contaminantes en el mar.
Para el proceso de aislamiento de estas bacterias anaerobias -capaces de vivir sin oxígeno porque respiran nitrato- se tomaron muestras del fondo marino, cerca de las islas Cíes (Galicia), dos años después del vertido del Prestige en 2004. El fuel se encontraba entremezclado con la arena del fondo, formando una contaminación por capas, tipo 'sandwich' de chapapote y arena.
Los microorganismos aislados se cultivaron en laboratorio utilizando un medio de crecimiento similar al que tienen en su entorno natural y se alimentaron sólo con naftaleno. "Empezamos con unos cultivos que contenían muchas especies bacterianas, hasta que, poco a poco, se fueron seleccionando sólo aquellas capaces de degradar esta sustancia", explica Silvia Marqués Martín, investigadora de la Estación Experimental del Zaidín (CSIC) y responsable del proyecto.  
El naftaleno es un compuesto muy tóxico para los organismos y la salud humana y, además, se caracteriza por ser muy estable y difícil de destruir. "Para oxidarlo químicamente se necesitan métodos potentes y caros, que son también contaminantes, por eso, hacerlo biológicamente es más limpio", asegura la investigadora del CSIC .La dificultad estriba en el escaso conocimiento de microorganismos de este tipo. "Se sabe poco de estas bacterias porque se encuentran en entornos menos accesibles, hay que buscarlas en zonas donde no hay oxígeno y son más difíciles de estudiar porque son sensibles a la presencia de éste", señala la científica.


Bacterias marinas degradan un componente de vertidos de petróleo

                                                                          DESIREE PEREZ CARRILLO